Psicología Educativa: junio 2016

Reflexión - Proyecto de Vida

En la siguiente reflexión vemos la evolución que ha tenido el hombre en comparación con años atrás, evidenciamos que día a día todo va cambiando, las personas, las costumbres, la tecnología, en fin, todo nuestro entorno ha venido cambiando y a medida que pasen los años irán surgiendo infinidad de cambios comparados a lo que tenemos el día de hoy y por esta razón es que debemos tener claro nuestro proyecto de vida, debemos estar a la vanguardia y dispuestos a estos cambios que se van presentando, pues de no tener claro lo que queremos hacer y no el no poder tener esa claridad de si podemos ceder o no ante los diferentes cambios puede llevarnos a no tener un criterio ante el mundo al cual nos enfrentamos, donde el entorno que nos rodea nos puede consumir si no sabemos cómo manejarlo.

Para responder a este presente y futuro cambiante surge la planeación de vida y carrera, donde busca que la persona sea integral, buscando que el individuo tenga claro los propósitos de su vida y como llegar a cumplirlos y de esta manera generar en el individuo satisfacción por su vida y no generar sentimientos de frustración, para esto el individuo debe realizar una planificación de lo que quiere realizar, debe prepararse tanto intelectual como personalmente para poder dar respuesta a los obstáculos o a los diferentes temas que se le presenten, estar actualizado para responder a todas las necesidades del entorno, su futuro depende de la vocación que tenga para el desarrollo de las diferentes actividades que se le presenten.

La planeación de vida no es un proceso puramente intelectual sino que implica un conocimiento y contacto personal con el núcleo más íntimo de la persona que incluye la conjunción del pensamiento, las emociones, los valores, el cuerpo y las experiencias vitales que dan origen a sí mismo.[1] Como se puede evidenciar en la referencia anterior la planeación de vida busca que el individuo sea totalmente compacto, teniendo en cuenta los diferentes frentes de la persona donde integra todo su ser para construir un único individuo capaz de enfrentar y asumir los retos que se generen en su día a día.

La vitalidad es un elemento esencial para nuestra planeación de la vida, pues nos genera fuerza y bases para continuar y de esta manera no se vive la vida por vivirla sino que se hace con un objetivo, se vive positivamente y no se anda por la vida haciendo las cosas por cumplir, como algunas veces suele suceder donde el día a día nos consume y nos volvemos de alguna forma mecánicos o rutinarios pues no buscamos hacer lo que verdaderamente nos hace felices o nos llena de satisfacción, sino que realizamos lo que de alguna manera nos tocó para poder subsistir o por que no vemos una opción adicional para salir, por lo tanto se debe tener en cuenta que cada individuo es responsable de cómo lleva su día a día, si lo hace solo por cumplir y después se da cuenta que no era lo que esperaba o lo que hubiera podido hacer y que lastimosamente ya se pasó el tiempo o si en cambio genera un valor agregado a su vida, una visión diferente de lo que está haciendo y de lo que quiere hacer y de cómo lo va a lograr.

Como se aprecia en la lectura una persona llena de vitalidad es la que está dispuesta al cambio, a no resistirse, sino al contrario tener esa habilidad de poder cambiar y proponer, además una persona que esté dispuesta a aprender, pues como se había hablado inicialmente el mundo va evolucionando y nosotros debemos hacerlo con él.

El ser humano debe proponerse a ser vital y para esto debe conocerse muy bien a sí mismo, sus cualidades, sus competencias, habilidades, su condición física, su salud física y mental, su interior y todos sus ámbitos en general, analizar si la manera como está llevando la vida es la adecuada o si por el contrario tiene oportunidades de mejora que ayudarán con su proceso de desarrollo y edificarán su futuro, pues nadie más que si mismo para saber cómo debe actuar, puesto que no puede engañarse así mismo, debe tener un criterio suficientemente establecido e incorporado para no dejarse llevar por el entorno que no permite que vea más allá, sino que de alguna manera sesga los ojos como por ejemplo; los programas de televisión, lo “in” porque está de moda y el pensamiento es estar a la moda, las redes sociales que no muestran más que noticias o información que no nos aportan mayor cosa, es necesario salir de esta zona de confort que no permite ver lo que verdaderamente nos sirve y lo que necesitamos y nos hace falta mejorar para tener una visión de la vida clara.

El ser humano es integral y al considerarse así este debe tener en cuenta a la hora de evaluarse si en realidad está cumpliendo con lo que debería ser y en caso de no estarlo haciendo, preguntarse en que se estará fallando para llegar al punto que se desea, pero debe tener claro que nunca su evolución tendrá un final pues cada día que pasa es un aprendizaje nuevo en cualquier ámbito y es ahí donde él debe estar dispuesto a recibir lo que el entorno le va poniendo, aprender que lo que le llega y le contribuye a su desarrollo personal y profesional debe tomarlo y lo que no hacerlo a un lado, tomarlo como experiencia y seguir adelante, es decir, el ser humano debe ser receptivo con lo que aprende pero debe tener la capacidad de generar cambios en su ser, de interiorizarlo para evidenciar que el aprendizaje fue efectivo finalmente, en esta faceta, donde estamos en aprendizaje debemos ser como un niño el cual no tiene maldad y no desconfía de las cosas que se le presentan y en cambio se evidencia en la lectura darle un toque de asombro, de expectativa y de esta manera encontrarle un mejor sentido a la vida.

El ser humano en su ambiente de trabajo debe estar conforme con lo que realiza, pues al estar satisfecho logrará tener una actitud positiva que le permita ser creativo y en la cual se sienta motivado y no que se encuentre obligado y sin ver el sentido de las cosas que realiza, al encontrarse el hombre a gusto con su trabajo cada día se esforzará por realizar mejor su labor y de esta manera ser un referente dentro de la organización, para esto él debe tener una continuidad y así le permitirá superarse cada día.

Cuando el ser humano pasa a su edad adulta, a su edad de madurez debe establecer cuál va a ser su proyecto de vida y planificarla para trazarla como una meta, la cual le permita realizar un seguimiento para saber cómo va o si ha cambiado en algo, para iniciar con su planeación de vida, el individuo debe primero tener un conocimiento claro de sí mismo, de que es lo que quiere, sus habilidades, sus preocupaciones, sus debilidades, sus aspectos a mejorar para saber de dónde debe partir, adicional el individuo debe tener en cuenta su entorno familiar, como su núcleo principal; con su entorno laboral, por ser el ambiente donde se desarrolla profesionalmente, además de ser donde después de su casa pasa la mayoría de su tiempo y en general todo el entorno que lo rodea, se debe tener claro que nunca es tarde para generar esos cambios y para tener claro lo que se quiere lograr y de esta manera lograr el éxito que se quiere y llegar a cumplir con un equilibrio en todos los ámbitos de la vida y teniendo la expectativa de que cada día va a ser un nuevo aprendizaje y una nueva oportunidad para llegar a la cima.

Se puede concluir que en nuestro mundo actual, veloz y cambiante debemos estar a la vanguardia de los cambios, a dejar a un lado los comportamientos cotidianos por los cuales está regido el ser humano y asumir el reto de desarrollarnos y afianzar nuestros conocimientos y habilidades donde tengamos claro que se debe ser integral y empezar con la iniciativa y con ese cambio positivo hacia todos los ámbitos de la vida, desarrollar o fortalecer todas nuestras potencialidades y de esta manera generar un punto de partida para el entorno, tener la iniciativa de mejorar, ser un ser diferenciador que genere en los demás esas ganas de querer estar dispuesto al aprendizaje, al cambio, a las experiencias, al conocimiento, a tener claridad de nuestro proyecto de vida.